QUÉ ES UNA HERNIA
Lo primero es entender qué es una hernia para después hablar en específico de las postincisinales. Hace poco estuve en capital FM Tepic con los ya buenos amigos de El Show 92.1 (platicando un poco sobre la campaña de cirugía de vesícula y hernias que organizamos para CODAPO) y durante el programa se mencionó brevemente que una hernia NO es tumor, sin embargo es entendible que la pobalción lo confunda con uno ya que los pacientes suelen darse cuenta de que tienen una hernia al tocarse una "bola". Pues bien, en este post vamos a aclarar por qué suele confundirse una hernia con un tumor así como explicar por qué se hacen hernias después de algunas cirugías.
Como ya expliqué en un post previo sobre hernias umbilicales, una hernia se define como la protrusión de un órgano desde una cavidad donde normalmente se encuentra contenida hacia otra cavidad donde no debe de estar. Para que ello ocurra debe existir un orificio (o anillo herniario), un saco (una bolsa peritoneal) y un contenido herniario que será de manera frecuente epiplón (mandil graso que protege las visceras intraabdominales) o bien intestino delgado o intestino grueso, lo cual depende también del sitio herniado.
Imagina entonces, una agujero en la pared muscular de tu abdomen. Lo único que queda para contener las vísceras es la piel. Al hacer fuerza las vísceras se salen de la cavidad abdominal y empujan la piel del área afectada dando la apariencia de un tumor. Esta misma confusión lleva a que los pacientes piensen que se les va a "extirpar" la hernia, lo cual aclararé más adelante.
Las hernias de pared abdominal son la enfermedad más común que requiere cirugía. Se estima que hasta un 10% de la población llega a presentar algún tipo de hernia y las hernias postincisionales ocupan el 3er lugar en frecuencia de todas las hernias.
POR QUÉ SE FORMAN LAS HERNIAS POSTINCISIONALES
Las hernias postincisionales se encuentran catalogadas como hernas adiquiridas (en contraste con hernias congenitas). Las hernias adquiridas son más frecuentes entre los 25 y 40 años. De todas las hernias postincisionales, un 20% ocurren posterior a una LAPE (Laparotomía Exploradora), cirugía que requiere de una enorme incisión que va desde el apendice xifoides, rodea el ombligo y llega hasta el pubis, aunque también es frecuente en heridas como aquellas de una cesárea por línea media, o cirugías de vesícula y apéndice a través de heridas muy grandes (un motivo por el que personalmente abogo por incisiones pequeñas, además de la obvia ventaja estética).
La mayoría de las hernias postincisionales ocurren dentro de los primeros 12 meses después de la cirugía, aunque hasta 1/3 ocurre pasados 5 a 10 años de la misma.
Otro mito muy difundido entre los pacientes suele ser que una hernia postincisional se debe única y exclusivamente a que "el cirujano no cerró bien". La técnica de cierre así como el tipo de material que se utiliza para el cierre SI son una de las variables que pueden aumentar el riesgo de una hernia, sin embargo es algo muy equivocado pensar que solo depende de eso.
Los factores de riesgo para que se desarrolle una hernia postincisional los podemos dividir en 2 categorías: Los riesgos inherentes al paciente y los riesgos inherentes al cirujano.
RIESGOS INHERENTES AL PACIENTE:
Edad avanzada
Desnutrición
Diabetes o inmunosupresión
Obesidad
Tabaquismo
Cirugía urgente
Malos cuidados postquirúrgicos
RIESGOS INHERENTES AL CIRUJANO:
Tensión excesiva de la sutura
Material utilizado
Tipo de incisión
Incisión > 18 cm con cauterio
Múltiples cirugías pos mismo sitio
COMO SE RESUELVE UNA HERNIA POSTINCISIONAL
Pocos diagnósticos tienen un criterio quirúrgico tan sólido y constante como una hernia. Toda hernia, sea postincisional o no, debe operarse tan pronto como se diagnostique. La literatura médica es constante, una hernia diagnosticada debe ser una hernia operada.
¿Qué pasa si no te operas?
Quisiera responder, sin ningún afán de inducir miedo ni pánico, pero si siendo muy claro y al grano. Si la literatura médica es tan constante en cuanto al tratamiento quirúrgico de las hernias, es porque una hernia siempre entraña riesgos de complicaciones, a veces serias. Una hernia que no se opera está destinada a ir creciendo a proporciones inimaginables y generar numerosas molestias clínicas, o bien permanecer suficientemente pequeña para que en algún momento el contenido se atore y no pueda regresar a la cavidad abdominal (lo que se conoce como hernia encarcelada) o peor, que además de quedar encarcelada, se estrangule (con riesgo de necrosis y perforación del órgano involucrado).
La técnica quirúrgica que se utilice para reparar la hernia puede variar dependiendo del sitio y tamaño de la hernia. Por ejemplo, una hernia postincisinal posterior a una OTB ("ligadura de trompas uterinas") suele ser pequeña y puede en ocasiones manejarse con una reducción de la hernia (devolver el contenido a la cavidad abdominal, NO extirpándolo) y cierre primario sin malla. En cambio una hernia posterior a una LAPE (comentada arriba), suele ser una hernia muy grande que requiere no solo el uso de malla, sino que puede llegar a requerir técnicas más complejas como una separación de todos los componentes musculares de la pared abdominal y a veces tratamientos previos de la misma para que esta se vuelva más laxa (todo en un intento de cerrar por completo el orificio herniario).
Normalmente no me gusta ser muy gráfico en mis posts, pero quería evidenciar el tamaño que puede alcanzar una hernia si se le deja.
En un post próximo, explicaré por pasos como se repara una hernia gigante (que si tienes una, o algún familiar tuyo tiene una, estoy segurísimo que querrás ver ese post). Por lo pronto me gustaría dejar el siguiente mensaje muy claro para aquellos que tienen hernias: Hernia diagnósticada = hernia operada.
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Dr. Humberto García
Cirugía General / Gastroenterología